Presentación

Los ‘Boliches de Embún’ son uno de los productos más conocidos de nuestra huerta. A través de 'Casa Bertolo' podrán disfrutar de su delicada textura y sabor. En la localidad oscense de Embún se han cultivado boliches desde hace 400 años. Actualmente, se cultivan cinco clases: blancos, negros, coloraos, amarillos y careta. Embún está situado en la margen izquierda del río Aragón Subordán; aguas arriba, en la ladera del monte Saborrero. Su origen es Celta y significa ‘Fortaleza del tejo’.

Hace varios siglos se cultivaban en cantidades importantes que se vendían por la zona, en las ferias de los pueblos de los valles vecinos al nuestro, pero el gran mercado era el tránsito entre Europa y la Península. Ejércitos, Reyes, gentes que iban y venían paraban a llenar el buche en las Ventas de Embún, donde además de saciar el hambre del viajero con un buen puchero de ‘Boliches con restos de la matanza del cerdo’, se vendían todos los productos de la huerta. De esta forma, se dieron a conocer en toda la Península y parte de Europa. En los últimos años debido a la emigración que han sufrido todos los pueblos de España y en particular Aragón el cultivo de los famosos ‘Boliches’ y demás productos de la zona, ha sido para el gasto de las familias y amigos.

En el año 2000, a consecuencia de la gran demanda de productos naturales y ecológicos, tomé la decisión de recuperar el cultivo de los ‘Boliches de Embún’ para que los puedan disfrutar en otras zonas de España, hay que tener en cuenta que el cultivo requiere muchos cuidados y mucho trabajo manual y las producciones son limitadas.

Los ‘Boliches’ se cultivan en muchas zonas de España, pero los ‘Boliches de Embún’ sólo pueden encontrarse en ‘Casa Bertolo’ (es una marca registrada). De esta forma, si le han vendido boliches diciendo que son de Embún le están engañando. El tipo de tierra, el agua de riego, el microclima del valle incluyen mucho en la calidad única del producto.

Los ‘Boliches de Embún' de 'Casa Bertolo’ se culivan mediante técnicas tradicionales de hace más de cuatro generaciones, respetando el ciclo natural del cultivo y respetando el medio ambiente.

César Eito